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MARATÓN BARCELONA 2012. LA CARRERA.

MARATÓN BARCELONA. LA FUERZA DE UNA PROMESA

Empecé a preparar la Maratón de Barcelona en septiembre de 2011, pesaba 86 kilos y estaba poco acostumbrado a correr habitualmente.  Sin quererlo ni beberlo, seis meses después estaba en la línea de salida, con muchos km en las piernas y pesando 4  kilos menos.

El momento de entrar en el cajón de salida para empezar la carrera, me encontraba muy nervioso. No sabía si buscar un water otra vez o, entrar ya de una put* vez  en el cajón.

Mis razones para hacer una Maratón que me cambió la vida.

LA SALIDA, UNO DE LOS MOMENTO MÁS INCREIBLES

MARATÓN BARCELONA. Entrada en meta con Zoe. Nuestra primera entrada Juntos.

 

 

 

A unos minutos para el comienzo de la Maratón de Barcelona, y por lo tanto para el pistoletazo de salida, empezaron a sonar las canciones de motivación que ponen en todas las carreras, fue increíble. En ese momento me pregunté: «¿Qué diablos hago yo aquí?» Pues bien, ahora cinco años después entiendo que hacia yo allí. Estaba corriendo algo más que 42´195 km, estaba demostrándome  a mí mismo que NO dudara, porque cualquier cosa que quisiera, podía lograrla. La verdad es que fueron seis meses de duro trabajo pero merecieron la pena. Las sensaciones tan maravillosas que estaba sintiendo eran mi premio. Y, sobre todo estaba cumpliendo una promesa.

 

LA FUERZA DE UNA PROMESA

Al comienzo de la carrera recuerdo que llevaba marcados en el brazo a que tiempo tendría que pasar por el kilometro 10  y en el  30, ya que mi reloj no marcaba los ritmo.

Empecé la carrera más fuerte de lo que debería pero ahora sé que es normal, durante la carrera disfrute mucho. Además empecé ha engancharme con gente que llevaba el mismo ritmo que yo, algo que 6 maratones después sigo haciendo.  En este caso fue un Francés de Padres Catalanes, pero que hablaba perfectamente el Castellano. Aunque en el kilometro 35 no pudo más y se retiró. Lo cierto es que no es bueno para tu primera maratón que tu compañero de viaje  se retire, pero así fue.

KM 30 NUNCA ES EL MURO

Llevé toda la carrera bastante bien, incluso en el kilometro 30 que me avisaron que posiblemente empezarían los problemas. Bien, pues los espere porque soy un caballero y no me gusta  hacer esperar a nadie. Pero ya en el kilometro 35 viendo que no venía ese momento odiado, me olvide de el y simplemente disfrute, y disfrute mucho. Ver a la gente como te anima o a los niños dándote la mano fue algo  increíble para mí. Eso que recibes en ese momento, no solo te sirve para acabar la carrera, sino que también sirve para crecer en tu otra carrera, tu vida.

En el kilometro 40 de la Maratón de Barcelona  empecé a  sufrí bastante, pero ya daba igual porque en la meta estaban esperándome personas muy importantes para mí. Mis padres, mi mujer y mi hija Zoe.

Llego el momento de ponerse guap@, de sacar pecho, de esconder barriga, cabeza alta, zancada elegante, y de recoger el aliento de la gente que te anima. ¡Es tu Momento!

Recojo a mi hija, que tenía 2 años, me la subo al cuello y cruzo la meta con ella. ¿Alguien da más?  Pues sí, yo. Aún hay más, una camiseta grabada con la frase: LA FUERZA DE UNA PROMESA en el pecho y en la espalda mi nombre.  Una Promesa que les hice a mis amigos: Rabasco y Javi.  Justo en ese momento que cruzaba la meta, el speaker vió mi camiseta  y dijo algo así como:» ¡Muy bien Norberto promesa cumplida, enhorabuena!»  Lo escucho mi amigo Javi, que había entrado antes que yo, entonces se volvió a la meta, y nos fundimos en un abrazo. ¡PROMESA CUMPLIDA, GRACIAS!

Maraton Barcelona una medalla muy importante.
La Maratón  de Barcelona. Medalla recibida

 Carta escrita el día después de la carrera 26 de Marzo de 2012.

En septiembre de 2011 comienza mi preparación para la Maratón de Barcelona para cumplir mi promesa: correr la Maratón 25 de Marzo Barcelona. No será fácil, estamos los tres solos y no tenemos a nadie con  quien dejar a Zoe. Los entrenos son diarios y nocturnos, pero la FUERZA DE UNA PROMESA invade mi mente.

Vivíamos  dos calles más abajo del Nou Camp,(Riera blanca 101-103). Cuando salía a entrenar subía por mi calle, Riera Blanca. Seguía por la calle Arizala, donde se divide el Can Nou de la antigua Masía y se  puede ver una  ventana. Recuerdo una entrevista que le hacen a  Don Andrés Iniesta y salen imágenes suyas de su época en la Masía con 12 años. En la aparición televisiva aparece una foto donde Iniesta está asomado por esa ventana. Desde ahí veía y  soñaba con jugar alguna vez en el Barça.  En esos momentos que yo  pensaba por allí pensaba: » Sí él  pudo jugar en el Barça, y además nos hizo campeones del mundo, yo podría lograr mi promesa».

Después de pasar por esa calle durante mi entreno llego a la Diagonal. Ha sido increíble correr durante 12 kilómetros por esta avenida contemplando todos los edificios que se pueden ver mientras me cruzaba con muchos corredor@s. Hoy le doy gracias al destino por hacerme vivir estas experiencias tan increíbles y   poder entrenar por una ciudad tan emblemática cono es  Barcelona.

 

PERSEGUIR  TUS  SUEÑOS NO ES FÁCIL PERO MERECE LA PENA

Durante los inicios no  fue todo  bonito porque había noches en las que tenía que salir a entrenar a las 23.00 de la noche cuando hacía mucho frío y no me apetecía; pero era entonces cuando  LA FUERZA DE UNA PROMESA invadía mi mente.

Llegó el día de la prueba, mis padres decidieron compartir esta locura conmigo. Un gesto que les agradezco enormemente. Tenía muchas dudas porque no estaba seguro de poder terminarla. El compañero que me hizo un plannig  me dijo que podría hacerla en 4 horas y 15 minutos. Pero yo no lo tenía claro, mi objetivo era terminar.

Cuando estaba en la línea de salida, mi cuerpo se lleno de emociones, recuerdos, y unas gotitas de un liquido maravilloso, inundaban mi rostro. Era la persona más feliz del mundo y estaba dispuesto a todo por hacerlo bien.

Todo el mundo me dijo que aguantara los primeros 21 kilómetros. Y si luego si iba bien, que siguiera. Desde el  km 3 empecé a tirar, me vi muy bien, y no quise reservar nada; me arriesgué pero la euforia y las ganas de hacerlo bien me podían. Todo salió perfecto, disfrute de la carrera y incluso fui más rápido que en  los entrenos. Cuando acabe me encontré con un crono que no me esperaba: 3 horas y 56 minutos. Justo cien metros antes de la menta estaban mis padres y Vanessa con Zoe, cogí a Zoe y cruce la meta con mi hija, promesa cumplida. LA FUERZA DE UNA PROMESA.

 

Dedicado a todos los que tienen sueños y  intentan conseguirlos, sin importar luego no lo logran. El simple  hecho de intentarlo ya merecen mi respeto y admiración. POR LOS SUEÑOS; PORQUE SON LOS ÚNICOS CAMINOS QUE DEBEMOS SEGUIR.




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